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Relatos de Parto

¡Todo sobre nuestras pacientes y s experiencia con nosotros en uno de los momentos mas hermosos de su vida!

María Hilario, mamá de Luana

“Nicida, tenía 25 semanas y tenía muchas dudas y preguntas como toda madre primeriza, sobre todo el proceso que llevaría comenzando porque deseaba llevar un parto natural, y pues esperaba contar con toda la información más clara y precisa, ya que ello me daría más fortaleza al momento dar a luz, y efectivamente fue así, toda la información, consejos, ejercicios, dinámicas y tips que me dio Nicida en nuestras clases me permitió lograr un parto seguro, ya que sabía lo que me pasaría en todo momento.

Pude concentrar toda mi energía en lo que realmente tenía que hacer en los momentos previos cuando ya presentaba los dolores: como masajes, música, incluso utilicé mi pelota de yoga para aliviar mis síntomas, caminar un montón, ya tenía mi maleta lista porque presentía que ya estaba próxima a dar luz. Cuando ya sentía las contracciones más fuertes y seguidas y rompí fuente me fui de emergencia a la clínica para ya iniciar el momento más emocionante de toda madre, llegué como a las 11pm y me dijeron que ya estaba en dilatación dos, y que estaba dilatando bien y super rápido. Mi parto fue lo más natural posible, ya que inclusive fue sin epidural, aunque sí pensé en colocármelo pasada las horas, pero se me hizo un poco tarde y no llegó el anestesiólogo pues ya estaba casi en 5 de dilatación, así que tomé valor y con un poco más de esfuerzo continué con todas las técnicas aprendidas de respiración y de pujo, tenía que hacerlo super bien para poder terminar lo más pronto, fue todo un éxito, el dolor fue soportable y  luego de cerca de 9 horas en trabajo de parto  finalmente di a luz a una hermosa niña llamada Luanita, mi vida entera. Realmente valió todo el esfuerzo y aprendizaje, descubrí muchas cosas que no conocía, recomiendo a ojos cerrados sus clases pues me fue de mucha ayuda y me dio la oportunidad de saber que lograría que mi parto fuera tal como lo esperaba y conocer lo valiente que fui al realizarlo”.

Mariané Castañeda, mamá de Alessia

“Mi trabajo de parto empezó un 25 de enero de 2020, en la madrugada de ese sábado empecé con unos dolores tipo cólicos que iban y venían cada 40 o 50 minutos, según mi médico y la ecografía que tenía indicaban que estaba en la semana 37, pero yo presentía que el momento había llegado, tu cuerpo te avisa, ese sábado como a las 2:00 pm me di cuenta que cayó el tapón mucoso, bueno había llevado mis clases de psicoprofilaxis, también había estado leyendo sobre cómo saber si ya empezaba el trabajo de parto, y supe que la caída de ese tapón era parte del proceso, así que no me asusté, sin embargo, me sentía agobiada pero a la vez contenta, ya que deseaba un parto natural pero tenía miedo porque no sabía cómo era, como toda madre primeriza.

Todo ese día estuve con contracciones, que sinceramente no me dolían, pero a eso de las 10 de la noche se acortaron y eran cada 10 minutos, entonces hablé con mi educadora prenatal y me sugirió ir al hospital. Aliste mis cosas y las cosas de la bebé, fui con mi esposo al hospital Edgardo Rebagliati, me habían referido allí desde mi policlínico, allí me atendió la ginecóloga y me indico que estaba en 3 de dilatación que espere hasta las 2:00 am para que me revisen nuevamente ya que se hospitalizaba cuando estabas en 4 de dilatación y bueno, estuvimos con mi esposo por allí dando vueltas y conversando ya que mi casa estaba muy lejos para ir y regresar, decidimos quedarnos; una anécdota muy graciosa que mi esposo la recuerda hasta ahora es que mientras caminaba por los pasillos del hospital, me puse a bailar Tusa de Karol G, como no había nadie no me dio vergüenza. Regrese a la hora que me indicaron y me dijeron que seguía en 3, me hicieron un monitoreo fetal y todo estuvo bien así que me dijeron que regrese a las 8:00 am, allí me empecé a frustrar un poco porque ya estaba sintiendo más dolor, con mi esposo decidimos no regresar a casa sino quedarnos en algún hotel cercano ya que el dolor era un poco más fuerte y más seguido, fuimos al hotel y sinceramente no pude descansar nada, tenía más dolor, en el hotel había un jacuzzi, lo llené con agua tibia y me metí allí la verdad me relajo un montón, inclusive llegue a dormir un poco. A las 8:00 am acudimos nuevamente al hospital, me volvieron a examinar y ya estaba en 4 de dilatación según la doctora, y me internaron, para esto a mi esposo no le pidieron nada, ni la ropa de la bebé, ni pañales ni nada, por las puras habíamos estado paseándonos con todas las cosas…

Todo apuntaba a un parto natural, ingresé a sala de contracciones, recuerdo que allí había más mujeres con contracciones, la verdad había de todo algunas lloraban, otras no, unas gritaban también, en fin, me sentí un poco estresada por ver esos casos, pero trate de enfocar mi mente en mi. Al inicio me permitieron caminar alrededor de la cama, mientras transcurrían las horas, sentía que el dolor se intensificaba pero me examinaban y decía que aún seguía en 4 de dilatación, que el borramiento del cuello uterino no estaba completo, en fin, así transcurrió hasta las 10 de la noche del domingo 26, luego vino el médico de turno, me examinó, converso y me dijo si deseaba avanzar en mi labor de parto o deseaba esperar, la verdad ya me sentía muy cansada y quería dar a luz, sentía que ya no iba a poder, empecé a llorar y decirle que quería que me hagan una cesárea que no iba a poder aguantar más el dolor y el médico amablemente me dijo que sí iba a poder, que todas las mujeres pueden que no me desanime, y me dijo que si deseaba que avance mi labor de parto había dos caminos, el primero romper la fuente y el segundo administrarme oxitocina. Yo elegí la primera opción, me pareció una manera más “natural”, y así lo hizo, sin embargo, desde ese momento ya no me permitieron pararme, menos caminar, juro que el dolor empezó a intensificarse pero lo aguantaba en silencio, no quería llorar; hubo un momento que sí me puse a llorar y vino una obstetra, ya mayor que se llamaba Mercedes, fue tan linda conmigo, vino a darme palabras de aliento, tomo mi mano y me dijo que sí se podía que después pasaría, me habló de sus hijos y la verdad me ayudó a tranquilizarme y enfocarme nuevamente en mi parto que sentía que ya estaba perdiendo el control. 

A las 5:30 am del lunes 27, nuevamente llegó a revisarme el doctor y me di con la mala noticia de que no había avanzado mucho, solo estaba 7 de dilatación, en ese momento, nuevamente la frustración se apoderó de mí, sentía que ya no soportaba el dolor, empecé nuevamente a decirle que por favor me hagan una cesárea, que ya no aguantaría y el médico nuevamente muy tranquilamente, me explicó que podía dar natural que una cesárea no era lo óptimo y que sólo se debían hacer en caso de riesgo, me dijo si deseaba aplicarme oxitocina y le dije que sí, que me induzca el parto, ya tenía 51 horas de trabajo de parto, me sentía agotada, quería descansar, no había comido, no había dormido. Llegó la enfermera a colocarme el medicamento y a los segundos empecé a sentir unos dolores terribles que pensé que iba a morir en ese momento o me desmayaría, ni siquiera podía llorar, solo tenía ganas de pujar y pujar, la doctora me examinó y me dijo que ya estaba en 9 de dilatación, que vayamos a la sala de partos, me pare con la ayuda de una técnica y fui a la sala, tenían una camilla de parto que puedes dar a luz sentada, echada, parada, yo opte por sentada, creo que la doctora quería hacerme una episiotomía pero ya no le dio el tiempo porque la cabeza de mi bebé ya está casi afuera. Puje 3 veces, lo recuerdo, e iba por una cuarta vez y me dijo ya no pujes, en ese momento, escuché el llanto de mi bebé, y mi reacción fue ¡A ver! Y la vi… fue la sensación más dulce de mi vida, se me fue el dolor, mi cuerpo se relajo, pusieron a mi bebé en mi pecho y le dije: ¡Hola mamita! Y levanto sus ojos y me quedo mirando, fue el momento más hermoso de mi vida, estuvimos juntas, todo el tiempo que me hicieron la sutura, luego me pasaron a sala de puerperio y ella se quedó para que la examine el neonatólogo y en una media hora me la trajeron, envueltita, como un tamalito, llegó la enfermera a enseñarme como darle de mamar y a que le dé el calostro, así sea una gotita, me estuvieron monitoreando durante dos horas, ya que decían que ese tiempo es el más crítico para una mujer después de dar a luz.

Después de dos horas nos pasaron a nuestra habitación y la verdad es que nos atendieron muy bien, lo malo fue que mi esposo puedo conocer a la bebé en la habitación ya que en sala de partos no entra nadie. Estuvimos internadas allí 4 días, deberían ser 2 días, sin embargo, mi pequeña tuvo ictericia neonatal y le hicieron fototerapia un día y nos quedamos, recuerdo haberle llevado 1/2 onza de leche que eso era lo que me salía de ambos senos y se lo dejaba para que las doctoras le den en un vasito, durante el tiempo que estuvo en fototerapia.

Luego nos dieron el alta a ambas y fuimos a casa, ahora es una niña muy sana y preciosa, he logrado darle lactancia materna exclusiva, leí y me enseñaron que apego es muy importante para la producción de leche, así que lo bueno de esta cuarentena, es que nos ha permitido estar juntitas a cada momento y tener su leche disponible a la hora que ella quiera.

Para finalizar, creo que el acompañamiento de tu pareja o un familiar es muy importante en esos momentos tan dolorosos, lamentablemente en mi caso no fue así pero tuve momentos en los que las obstetras llegaban y me daban animos. Me recupere rápido deli parto, no he tenido complicaciones, a los 10 días se me bajo la retención de líquido que tenía, creo que mantenerme activa y hacer ejercicio desde las 16 semanas de gestación me ayudó en todo el proceso, ya que mi trabajo de parto fue bastante largo, pero me siento orgullosa de haberlo logrado y de que en el hospital no me hayan hecho caso de hacerme una cesárea, lo siento como un logro personal, ya que así lo deseaba y lo puede lograr. 

A todas las mamitas que me están leyendo, les comparto esta frase, que me la dijo el doctor y me la interiorice cuando decía que no iba a poder soportar el dolor. Toda mujer puede, la mayoría dice que no, pero sí se puede, así que no tengas miedo.

Agradezco mucho a todas las personas que me han ayudado en este proceso y me siguen ayudando. Ahora puedo disfrutar de ver crecer día a día a esta pequeña princesa”.

Alexandra Serquén, mamá de Gía

“Llegó el día del parto de mi niña amanecí y rompí fuente casi al minuto de haberme levantado por suerte teníamos todo listo. Como sabía que era señal de alerta me contacte con la obstetra Nicida para que me oriente y también con el Dr que atendió el parto. Tuve mucho apoyo de parte de ambos ayudando a calmar mis dudas y sobre todo a poner en práctica lo aprendido en el curso de preparación para el parto, por parte de mi familia también tenía el soporte aunque en época de pandemia sólo podía tener a mi lado a mi pareja que fue un gran apoyo. Juntos con los conocimientos del curso y las orientaciones pudimos mantener calma, desde la clínica estaba en constante comunicación.

No es lo mismo tener un parto en situación normal donde iban a estar nuestras familias a nuestro lado. Lo cual nos llenaba de dudas pues somos papás primerizos. Pero todo salió muy bien tomo tiempo pues tuvieron que inducir mi parto, debido a las pérdidas de líquido al inicio tenía temor de la inducción, pero me mantuve en calma y siempre me sentí capaz y segura con respecto a que iba a llegar el momento de alumbrar y solo era cuestión de tiempo. Pasaron casi 12 horas y llegó el momento ya solo era cuestión de minutos tuve la suerte de tener a mi lado a mi pareja pues es un gran soporte para mí y desde un inicio teníamos la intención de vivir juntos esta experiencia única hasta que llegó nuestra pequeña gracias a dios todo salió muy bien. Y aunque nos queda mucho por aprender con el conocimiento aprendido nos sentimos más seguros Agradecemos a Nicida que fue un gran apoyo de principio a fin. Como me dijo mi abuela que una de las mejores cosas era que teníamos la información y la tranquilidad necesaria para entender y disfrutar del proceso de principio a fin. Realmente el curso es cien por ciento recomendable es súper práctico y útil en todo momento acerca más a la pareja y hace partícipe a ambos de todo este proceso maravilloso desde el embarazo parto, post parto y ahora en la crianza de nuestra bebé”.

Gisella Ramírez, mamá de Rafaella

“Y llegó el gran día, el que habíamos esperado por 9 meses. Todo empezó un domingo, cuando desperté y me sorprendió el tapón mucoso…como había recibido mis clases de psicoprofilaxis no fue algo que me asusto por el contrario sabía que eso era el inicio de mi trabajo de parto, fue después del almuerzo que empezaron los dolores muy espaciados, yo estaba segura que se trataban de contracciones, recuerdo llamar a Nicida para que me lo confirme y así fue.

Esa noche trate de descansar en casa hasta que las contracciones fueran cada 5 minutos y fue a las 3:00 am que levanté a mi esposo y le dije ya estoy lista, el empezó a controlar mis contracciones, y me ayudó con las respiraciones. Recuerdo que antes de salir de casa, rezamos juntos para que todo nos vaya bien. Llegamos a las 4:30 a la clínica y Rafaella nos sorprendió naciendo a las 7:09 am, todo sucedió muy rápido en medio de mucho cuidado por el virus del Covid. No fue hasta escucharla llorar que mi corazón comenzó a latir con mucha fuerza y mis ojos no podían dejar de llorar de alegría, había nacido mi Rafaella”.

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